jueves, 2 de abril de 2009

Punto de vista estudiantil

Según nuestro punto de vista, deberíamos manifestarnos más personas en contra de la globalización, ya que los fondos recaudados de muchos paises siempre llegan a acabar en paises extranjeros que constan de importantes multinacionales. Por ejemplo; EEUU , Reino Unido, Alemania, etc

Movimientos antiglobalización


El Movimiento de Resistencia Global es una corriente de protesta mundial
que aúna a decenas de grupos de diferentes países que tienen en común su rechazo al capitalismo y al modelo neoliberal. Es un movimiento en el que se dan cita colectivos diferentes como sindicatos, intelectuales de izquierda, ecologistas, indigenistas o grupos desfavorecidos que acusan al sistema económico de amoral e injusto.

Los diferentes grupos antimundialización llevan más de una década trabajando en cuestiones relacionadas con los problemas causados por la globalización de la economía mundial. Son numerosas las campañas que han organizado para la condonación de la deuda externa de los países pobres, o para la reforma del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

A pesar de tener una trayectoria de años de trabajo, los antiglobalistas han acaparado espacio en los medios de comunicación y atención desde las instancias internacionales a raíz de la presencia de sus simpatizantes en actos paralelos a las grandes reuniones económicas y políticas internacionales. La protesta de Seattle, que consiguió abortar la reunión de la Organización Mundial del Comercio, supuso un punto de inflexión en la historia del movimiento.

La noticia de la presencia de más de 50,000 simpatizantes fue reproducida en los medios de comunicación de todo el mundo. Los enfrentamientos que allí tuvieron lugar dieron una imagen de violencia muy alejada de los verdaderos objetivos de los organizadores.

El éxito del Foro social de Porto Alegre en Brasil, celebrado en paralelo al Foro Económico Mundial supuso otra gran baza. Más recientemente, la cancelación de la conferencia que el Banco Mundial tenía previsto llevar a cabo en Barcelona no dejan duda sobre la fortaleza del movimiento de resistencia.

La criminalización de la antiglobalización

Muchas de las manifestaciones de los grupos acaban en altercados violentos, con la intervención de la policía y la detención de personas. Sin embargo, los representantes del movimiento insisten en que los protagonistas de la violencia poco o nada tienen que ver con ellos. En la misma línea aseguran que criminalizar al movimiento no es más que una forma de desprestigiar y acallar una voz que molesta y pone en peligro intereses económicos establecidos.


¿Qué pretende el movimiento antiglobalización?

Los activistas antiglobalización exigen una sociedad más justa, el control del poder ilimitado de las multinacionales, la democratización de las instituciones económicas mundiales y la distribución más equitativa de la riqueza. Sus enemigos principales son las multinacionales y las grandes organizaciones económicas y políticas internacionales, fundamentalmente el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La condonación de la deuda externa es una de las exigencias de este movimiento y las campañas sobre el asunto han sido su simiente. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son, para los grupos antiglobalización, los responsables de la asfixiante situación en la que se encuentran la mayor parte de los países pobres, incapaces de afrontar la deuda que en muchos casos supera su PIB (Producto Interior Bruto). Las instituciones monetarias, hijas del Bretton Woods, concedieron créditos masivos a los gobiernos de los estados pobres a lo largo de los años 70 y 80, exigiéndoles a cambio la reestructuración de sus economías e imponiendo reformas que implicaban un alto coste social y que se han demostrado económicamente contraproducentes.

Existen discrepancias dentro del movimiento entre aquellos que consideran que el BM y el FMI deben desaparecer y la corriente más moderada que aboga por una reforma de las mismas.

Las multinacionales como Macdonalds o Nike son blanco de los grupos antiglobalización, que tildan de amorales las prácticas de la compañía, especialmente la explotación de trabajadores del Tercer Mundo, en su mayoría mujeres y niños. La destrucción de los símbolos o propiedades de estas empresas se ha convertido en bandera de los sectores más radicales.




Argumentos de la globalización

VENTAJAS E INCONVENIENTES

El triunfo internacional del sistema de libre comercio está generando una reacción crítica que se aglutina como movimiento anti-globalización. Los críticos de la globalización consideran que aunque este fenómeno esté resultando favorable para la prosperidad económica es definitivamente contrario a los objetivos de equidad social.

La protesta que se manifiesta en enfrentamientos contra los organismos internacionales, FMI, OMC y otros, es de hecho una reacción contra el excesivo triunfalismo del liberalismo económico que debe ser tenida muy en cuenta. La voz de las ONG y otros participantes del movimiento anti-globalización está teniendo un eco en el interior de estos organismos internacionales que cada vez están mostrando una mayor conciencia de la necesidad de afrontar los problemas sociales globales a la vez y con el mismo interés que los financieros.

Para juzgar las ventajas y los inconvenientes de la globalización es necesario distinguir entre las diversas formas que adopta ésta. Algunas formas pueden conducir a resultados positivos y otras a resultados negativos. El fenómeno de la globalización engloba al libre comercio internacional, al movimiento de capitales a corto plazo, a la inversión extranjera directa, a los fenómenos migratorios, al desarrollo de las tecnologías de la comunicación y a su efecto cultural.

Por ejemplo, la liberalización de los movimientos de capital a corto plazo sin que haya mecanismos compensatorios que prevengan y corrijan las presiones especulativas, ha provocado ya graves crisis en diversas regiones de desarrollo medio: sudeste asiático, México, Turquía, Argentina... Estas crisis han generado una gran hostilidad a la globalización en las zonas afectadas. Sin embargo sería absurdo renegar de los flujos internacionales del capital que son imprescindibles para el desarrollo.

En general, tal y como se ha argumentado en epígrafes anteriores de este tema, el comercio internacional es positivo para el progreso económico de todos y para los objetivos sociales de eliminación de la pobreza y la marginación social. Sin embargo, la liberalización comercial, aunque beneficiosa para el conjunto del país afectado, provoca crisis en algunos sectores que requiere la intervención del estado. Si se quiere que los avances de la globalización sean mejoramientos paretianos, es decir, sin que disminuya el bienestar de nadie, es necesaria la intervención de los gobiernos y los organismos internacionales redistribuyendo los beneficios y compensando a los perjudicados.

En cualquier caso, aunque el progreso global facilite la consecución a largo plazo de objetivos sociales, la especial gravedad de algunos problemas requiere una actuación decidida, sin esperas.

Por otra parte, es posible que los críticos anti-globalización no sean conscientes de los efectos sociales positivos de ésta. Consideremos por ejemplo el efecto que está teniendo la globalización cultural, el turismo y los movimientos migratorios sobre el papel de la mujer y los derechos de los niños en las sociedades más tradicionales.

Una crítica que suele plantearse en los países avanzados es que la globalización reduce los salarios reales y provoca la pérdida de puestos de trabajo. Los críticos sostienen que la oleada de productos que requieren mucha mano de obra generados en países en desarrollo de salarios bajos destruye el empleo en los países industriales. Este argumento se suele utilizar para restringir las importaciones de los países en desarrollo. En realidad el tema es bastante más complejo. En las últimas décadas, primero un grupo de países y luego otro han comenzado a abrir su economía y a beneficiarse del comercio. A medida que estos países prosperan, sus salarios reales aumentan, y dejan de ser competitivos en una producción que requiere un uso intensivo de mano de obra. No sólo dejan de ser una amenaza para los trabajadores de los países industriales sino que además se convierten ellos mismos en importadores de bienes que requieren mucha mano de obra. Este proceso se observó en Japón en los años setenta, Asia oriental en los ochenta y China en los noventa.

Los beneficios de la globalización casi siempre superan a los perjuicios, pero hay perjuicios y, para contrarrestarlos, se necesitan instituciones adecuadas. Cuando las empresas de capital extranjero causan contaminación en los países en desarrollo, la solución no es impedir la inversión extranjera o cerrar esas empresas, sino diseñar soluciones puntuales y sobre todo organizar la sociedad, con ministerios, normas medioambientales y un aparato judicial eficaz que las imponga.

El reforzamiento de las instituciones debe producirse también a nivel internacional. El FMI debe diseñar medidas de previsión y control de los perjuicios causados por los movimientos espasmódicos de capital a corto plazo. Además, deben actuar de forma más coherente. Por ejemplo, si la OMC fomenta el libre comercio, no debe aceptar barreras comerciales justificadas por razones sociales. La lucha contra el trabajo infantil, por ejemplo, no debe basarse en represalias comerciales sino en un mayor intervencionismo de la Organización Internacional del Trabajo o la Organización Internacional de la Salud.